¿En qué consiste la escleroterapia con espuma?
La escleroterapia con espuma es una técnica mínimamente invasiva y efectiva para el tratamiento de las várices (venas varicosas) de los miembros inferiores.
Es una de las principales alternativas de tratamiento para la enfermedad venosa; su uso ha aumentado en los últimos años posterior a mejorarse la técnica con el uso de la escleroespuma.
En este procedimiento se inyecta una espuma esclerosante dentro de los vasos sanguíneos dañados para provocar una fibrosis de los mismos y con el paso de los días su integración a los tejidos y de esta manera su desaparición.
En otras palabras: el producto inyectado dentro de la vena reacciona con sus paredes y estas se van fusionando de manera natural, cerrando los vasos y evitando la circulación sanguínea.
Estas inyecciones tienen una gran utilidad para pequeñas várices de los miembros inferiores, sobre todo para las llamadas “arañas vasculares”, pero también puede emplearse en várices de mayor tamaño, no obstante, en el caso de várices más avanzadas el tratamiento de primera elección es la cirugía con láser o la operación convencional, llamada safenectomía (extracción de las venas afectadas a través de pequeñas incisiones de la piel).
El objetivo principal de este tratamiento es eliminar las pequeñas várices para evitar su progresión y una posible cirugía futura.
Además, porque las telangiectasias (o arañas vasculares) suelen causar más molestias y síntomas a los pacientes que las grandes várices.
En ocasiones también se realiza con fines estéticos, sobre todo en mujeres.
El tratamiento con espuma esclerosante se realiza de forma ambulatoria y la recuperación es rápida, sin necesidad de guardar reposo posterior al mismo.
Posterior al mismo, el paciente debe utilizar medias elásticas o medias elásticas durante 3 días aproximadamente.
Es un procedimiento poco doloroso, que no requiere del uso de anestésicos y con muy pocas posibilidades de complicaciones, que de presentarse suelen ser leves y de resolución espontánea. Lo que más comúnmente refieren los pacientes es dolor y comezón en los sitios de punción, pero estos síntomas desaparecen un rato después del procedimiento.
En caso de no diluirse debidamente el medicamento esclerosante, pueden aparecer pigmentaciones de la piel, aunque estas por lo general desaparecen espontáneamente.
Existen pocas contraindicaciones para su realización, dentro de estas se encuentran la trombosis venosa profunda, enfermedades que pueden causar isquemia tales como las vasculitis, las enfermedades arteriales, la inflamación crónica severa y las alteraciones de la coagulación sanguínea.
¿Qué sucede después de aplicado el procedimiento?
Una vez realizado este tratamiento, los pacientes experimentan una mejoría notable en apariencia y en dolor. Las venas tratadas tienden a desaparecer en unas pocas semanas.
Los efectos son duraderos y eficaces, pero posterior a este procedimiento en paciente debe tener controles anuales para prevenir la aparición de nuevas várices.
En algunos casos es necesario repetir este procedimiento años después, sobre todo cuando el paciente tiene el factor hereditario.
Previo a este tratamiento el paciente debe acudir a una cita con el cirujano vascular, quien le practicará un eco doppler venoso de las piernas para valorar el estado del lecho vascular, descartar que el paciente haya padecido trombosis venosa profunda, que puede ser asintomática en el 50% de los casos y contraindica este tratamiento, y precisar algún otro tratamiento o procedimiento adicional.
¿Qué precio tiene la escleroterapia con espuma en Quito?
En nuestra clínica en Quito le hacemos una consulta de diagnóstico y luego le aplicamos este procedimiento por un valor desde $60 por cada sesión (por lo general se necesitan de 3 a 4 sesiones, que se hacen cada 15 días o mensualmente, de acuerdo a las preferencias del paciente.
